ABAJO DEL AGUA (por Santiago Llach)
Perlongher
El agua es la base misma de la vida.
En el baño, en el techo hay caracoles,
cucarachas. La cucaracha expectante,
no la mato. Es Necochea, Buenos Aires.
Me vine a vivir cuando llegó el cable,
no hay casetas de guardia en las esquinas.
Acá el invierno es helado.
Dice F. Vena: "Yo no aprieto en las placitas
ni me cojo bichos raros". Yo tampoco.
Se detiene casi pero finalmente
se impone sobre el tendido
transversal de las vías y avanza.
M.R. Trelles dos mil ochocientos.
Pared pintada especial, blanco y
grandes letras entre comillas,
PAVÉ y a un lado, más chicas
sin comillas,
LADRÓN.
Un tipo con cara de rana en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
rodeado por una chica con cara de animadora de televisión
y por otro con la voz de cucharita de Joe Pesci.
Carro metálico de botellero
para que un hombre parecido a Jorge Born
(cuando estaba secuestrado) lo arrastre vacío,
inclinado hacia atrás.
Una heladera apenas reconocible,
tres bolsas de nylon con logotipos
de Ipako llenas de un cable
tensor, cañamazo de miles
de líneas de alambres, líneas de puntos.
Del conductor al conductor
de un camión de nafta Shell:
"Todo tranqui, no te veo
más por allá".
Se bebe para apagar la sed.
Se bebe
para apagar la sed.
Una mujer con hijos
camina por ahí.
Una mujer embarazada
frente a una disquería
de vidriera azul.
Volver del trabajo un sábado
a las 7 de la mañana en el tren
y mirar. Suena el teléfono y un tipo
pide por alguien con mi nombre.
¿Vos sos el primo de Mafalda?
¿Mafalda?, pienso. Llama de Castelar,
está llamando a todos los hombres
que figuran en la agenda de su esposa.
Un tipo con cara de rana
en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
sentado junto a una chica con cara de animadora de tv
y enfrente
de la chica
un tipo que le dicta al otro una lista de hoteles,
nombre, dirección, teléfono.
Subo a General Paz
por la curva donde la otra vez pegué un palo.
Un cabeza corre por los jardines
que hay ahí
en cueros y otro
-son las 3 de la mañanaatrás
le grita peleá,
ortiba.
Estas líneas onduladas sobre los monumentos son el signo del agua.
Vine con lo puesto,
a veces amigos
traen alguna buena para vender o comer.
Una tipa con cara de animadora infantil
que en lugar de tener colgados esos niñitos de oro planos
con el nombre de los hijos
que tienen las señoras tiene
dos colgantes muy parecidos
pero no tiene hijos ni esposo
ni compactera ni nada.
El amor unas piernas donde se ve
lo que nadie puede ver.
Las chicas a las que yo siempre les tuve mucho afecto
ahora cojen con otros.
¿Cómo hago para calmar esta rabia?
Una chica come pizza con una gorda
y estudian. El tipo es recaderón... es reputo,
dice. No entiendo, no entiendo, habla
a la velocidad del rayo.
Usa zapatillas puma.
Finjo desear las cosas
que menos me interesan.
Con Juan nos quedamos una siesta
apoyados contra un alambre
en la parte de atrás de la casa de La Rioja
e hicimos la cuenta, después,
habíamos comido
14 duraznos, 20 manzanas y uvas
de la finca de Ángel Larguía.
Durante mucho tiempo se ha creído
que el agua es un cuerpo simple.
Sandra me regaló un muñequito de Luca
haciendo fuck you y yo lo miro,
hace equilibrio en un sobre de azúcar
que dice Necochea, Buenos Aires.
La mina con cara de animadora infantil
se caga de risa cuando un tipo en el bar
viene a pedir plata, un tipo
que tiene sida.
La debilidad fortaleza.
Gente que limpia baños.
Gente que levanta ladrillos.
Gente que va
con enormes cajas de lata
a cortar uvas y tirarlas
en el acoplado de un tractor.
En un barco, una suerte
de barco nos fuimos
un sábado a pasear por el río
Hugo Sandra Laura Vicky el Vasco
Magda el Ruso el Tano Luisa Vaca
Nagy Charly Marina y yo.
El agua líquida como el tipo perfecto
del cuerpo fluido,
fluido.
La barra sentada en las barandas
naranjas que separan
a la vía de la vereda estrecha. El color,
que se pierde, es reciente, responde
a alguna etapa de algún gobierno,
la llamada primavera alfonsinista o los estertores
de la dictadura militar.
Hay como una cierta luminosidad con franjas
en donde lo que un día iba a acabar, no acaba nunca.
Hacía calor cuando salí
pero te aseguro que nadie anda en remera
ahora, por acá.
Soy de clase media,
ni los sueños más elementales pude cumplir,
culearse a una chica del Orleans
o ir una noche a Help de Copacabana.
No tengo droga, ninguna droga.
Acá no hay dentaduras perfectas, los dientes
muestran el carácter discreto de sus elementos,
las mierditas que medran
alrededor del pensamiento de los viejos.
La sed de los tejidos. La sed.
La sed de los tejidos.
Nunca sentí la mayor o menor escasez.
Tus ojitos chinos contra un cable y famosos
vagones del ferrocarril, contenedores,
en verdad, donde cabe todo,
hasta lo más deforme.
Con una especie de adolescencia íntegra, supuesta,
una chica dijo
adicto significa no dicho.
Inventaba etimologías,
como el mono que habla,
el de la televisión.
El hotel Regent
-enfrente de la EG3
donde a la noche paran los taxidonde
paran los pescados más duros
de la ciudad,
los tipos cuyas hijas
se compran botitas negras en el shopping de Salguero
y piensan con sinceridad
que toda su vida la van a dedicar al arte.
El arte: leía fanatizado una revista de poemas
y lo que más le extrañaba
que tipos aparentemente duros, fuertes
escribieran todo el tiempo cosas como
"la cara de manzana de Paquita".
El chico estaba medio débil,
era de barrio e impresionaba
por el paisaje alrededor.
Como la ciudad, una parte.
Barro en las venas.
Un lugar, un círculo
verde en el mapa de Buenos Aires
alrededor del cual hay vías, containers,
fábricas, bares, canchas de fútbol y santerías:
Chacarita. Lugares calientes,
hogares donde hubo cierto despojo,
chicas lindas en bares baratos.
Estasis: detención o estancamiento
de un líquido que circula por el cuerpo.
El agua es, efectivamente,
el origen de la vida.
Los que aluden con metáforas:
gente que rompió con el peronismo y ahora
laburos de 3 lucas
que dejen ir tirando
mientras se charla en pizzerías
de avenida Belgrano para el sur.
Mis bisabuelos, lecheros,
ferreteros, marineros.
Tiene quince y baila en las bailantas.
Una tipa con cara de Flavia Palmiero,
la dentadura pálida
y la campera de cuero
con brocados bucólicos
tipo taxi boy.
Uno con remera de Lemmy de Motorhead,
mangas cortadas,
reparte angustia reparte pan
en una bicicleta camión que heredó de su madre,
una dama inglesa.
Frases: la guerra es continua,
la belleza interna equilibra la belleza de afuera,
la representación debe salir del cuadro.
Más frases: Carolina, la puta de las tropas.
Todas las tardes mi viejo tomaba fernet con coca.
La coca es empalagosa.
Ser el pájaro Caniya, el hijo del viento.
Hablar con largos, graves "beee...".
En el mar donde se originaron
las primeras células vivas.
La chica presume de un halo poético.
Habla, taladra mi cabeza.
Mi cabeza no la soporta.
Deseo es de-sum,
lo que deja de ser, manda.
Manda fruta. Mis deseos son fuertes, fuertes.
Hay que hacer gala absoluta del principio de inocencia
porque la moral no tiene sangre, por dios:
la adicción es un problema de este tiempo.
Mandan fruta.
Qué raro: es como el sol, de noche.
Al sereno. Ningún habitante de la república,
ni ebrio ni dormido...
Chicas altas, un poco estruendosas,
cortadas con la tijera
revista dominical de Clarín.
La tinta se acaba, como todo.
La merca se acaba, la vida es fascista.
En la casa de mi abuela
en Necochea, Buenos Aires,
en el techo hay cucarachas,
no hay guardianes.
Algunas aguas huelen
a "huevos podridos".
Vive en el barrio de las ratas hawaianas.
Les dicen así por el supermercado.
El paso a nivel lo cerraron, el desvío
es por Boyacá. Una vez y otra
el mismo recorrido,
Barrancas-Pompeya-Barrancas.
Con Nagy
no nos apartamos de una cosa normal,
deforme. Accedemos así al arte.
Como nuestras madres,
Magdalena y Gloria.
Accedemos así al arte.
Hay un momento en que hay una brecha
pero esa brecha se extiende
a lo largo del tiempo y el cuerpo
se desdobla, resiste
a ser transportado en una sola dirección.
Acá no llueve nunca. Tampoco nieva,
ni graniza.
Hace 3 años
cuando dejé de trabajar en la agencia
empecé a ir todas las mañanas de verano
al paseo de la costa.
El propio suelo sigue siendo estéril o se cubre
de una vegetación vigorosa y de frutos abundantes
según que se siembren cereales cuyas raíces
al no sobrepasar la capa superficial
se marchitan en las sequías
o que se planten árboles cuyas raíces
se hunden profundamente en la tierra.
Tengo una confusión en el estómago,
hoy comí esa mierda de shot.
En un espacio reducido
se junta gente de piel naranja,
viejos de cincuenta.
Gente olvidándose una
y otra vez la marchita del mundial
78
mientras camina por la calle
en la mañana siguiente al día más frío del año.
Moreno sabe de fechas,
tiene la memoria como una rejilla.
Aparte "cojer te pone triste"
dijo una vez.
Nacés en una familia, lo que te espera no es demasiado,
un padre y una madre, a veces.
Coreano llevando un bebé,
3 señores con el codo en la barra
como si fueran grandes generales
hablan de la segunda guerra mundial.
Dejar constancia de absolutamente todos
los detalles.
Se murió mi tía, cuando pase un año
más o menos quiero ir a visitar su tumba en Chacarita.
Después murió mi tío. Eran los hermanos
de mi abuela.
Se te duermen las encías y el beso contagia,
con la otra.
Dos bolivianos con ropa de bailanta,
zapatillas New Balance o adidas, conversan.
Uno se agarra del semáforo,
todo el tiempo hablan mientras esperan el colectivo.
Una señora con 2 hijas colgadas llega y tapa
la visión de los dos bolivianos.
No soportaría otro fracaso.
Un panzón con ojotas
pedir mangos en Juan B. Justo y Gaona
hoy algo hago
tu novio
los trenes cuando eran del estado.
La fragmentación hace cagadas,
estoy contento porque acabo de inventar
la máquina que producirá otro poema.
El río corría en una llanura cubierta de laderitas
y horadaba en ellas
lentamente su lecho.
Me pelé y eso tampoco vino mal.
Vino malo, vino carlón, el tetra de antes.
Guitarra y coperío a discreción.
A los dieciséis fui a Nonogasta con Chula
y ahí tuve los orgasmos más vírgenes.
El viejo pide otra sprite.
¿Beberemos rocío?
Wálter confesó que sacaba
las fotos de Adrián de la repisa.
Almeyda, el mismo que erró el penal el año pasado.
Chicas se preocupan por su futuro y sin embargo
historias de personas que conozco
conozco bastante
pero a las que nunca saludo
nunca saludé
ocupan un lugar en mi memoria.
Esas chicas blindadas, unívocas.
Estamos en norteamérica,
pobre.
Las chicas con apellidos alemanes o judíos
inventan etimologías.
El reloj que Sandra me regaló
dejó de funcionar.
El disco viejo que le regaló
a Wálter también, está rayado, hace rato.
Uno no puede reconocer todo lo que quiere
si no se transforma en un idiota.
Un plomero,
casas con gente,
la reacción lenta del público
cuando se da cuenta de que Clapton toca Layla.
Una chica fea, tan fea
que en su cuerpo no cabe ningún deseo
salvo el deseo más hondo de una mujer.
Me acuerdo haberlo visto al Renacuajo
salir del CASI con una banda
gritando dale bulón, dale bulón
y eran los más locos de todos.
En el viaje de egresados
le mostraron un montoncito de harina
y el narigón lo más contento
empezó a pegar, soplando.
No hay dolor, no hay penetración, no hay sueño.
No cualquiera empolla un huevo.
Travestis de ojos vidriosos muy perforados
y chicas que nunca supieron cuán boludas
las considerabas.
Las mariposas y los pajaritos
apagan su sed con una gota de rocío.
Gente que pasa debajo de las escaleras
desafiando a la mala suerte.
Hubo un tiempo, vestías tan fino
ahora ya no hablás tan fuerte,
fuiste a los mejores colegios, está bien
pero tenés que acostumbrarte.
¿Cómo se siente?
No te dabas vuelta, sos invisible ahora,
no tenés secretos.
Tacos de polo expuestos
en un negocio de corbatas.
¿Ustedes en castellano tampoco usan verbos?,
pregunta mi profesora de alemán.
No hay códigos, una cagada.
Al final la única diferencia es continua,
todo sigue, no para.
Las medidas del rocío son difíciles
y raras. No beberemos agua sintética,
hay que buscar otra cosa.
Sólo queda el mar para beber.
Santiago Llach