miércoles, 28 de julio de 2010

ABAJO DEL AGUA (por Santiago Llach)

llovía y te ofrecí
Perlongher

El agua es la base misma de la vida.
En el baño, en el techo hay caracoles,
cucarachas. La cucaracha expectante,
no la mato. Es Necochea, Buenos Aires.
Me vine a vivir cuando llegó el cable,
no hay casetas de guardia en las esquinas.
Acá el invierno es helado.

Dice F. Vena: "Yo no aprieto en las placitas
ni me cojo bichos raros". Yo tampoco.
Se detiene casi pero finalmente
se impone sobre el tendido
transversal de las vías y avanza.
M.R. Trelles dos mil ochocientos.
Pared pintada especial, blanco y
grandes letras entre comillas,
PAVÉ y a un lado, más chicas
sin comillas,
LADRÓN.
Un tipo con cara de rana en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
rodeado por una chica con cara de animadora de televisión
y por otro con la voz de cucharita de Joe Pesci.
Carro metálico de botellero
para que un hombre parecido a Jorge Born
(cuando estaba secuestrado) lo arrastre vacío,
inclinado hacia atrás.
Una heladera apenas reconocible,
tres bolsas de nylon con logotipos
de Ipako llenas de un cable
tensor, cañamazo de miles
de líneas de alambres, líneas de puntos.
Del conductor al conductor
de un camión de nafta Shell:
"Todo tranqui, no te veo
más por allá".

Se bebe para apagar la sed.
Se bebe
para apagar la sed.

Una mujer con hijos
camina por ahí.
Una mujer embarazada
frente a una disquería
de vidriera azul.
Volver del trabajo un sábado
a las 7 de la mañana en el tren
y mirar. Suena el teléfono y un tipo
pide por alguien con mi nombre.
¿Vos sos el primo de Mafalda?
¿Mafalda?, pienso. Llama de Castelar,
está llamando a todos los hombres
que figuran en la agenda de su esposa.
Un tipo con cara de rana
en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
sentado junto a una chica con cara de animadora de tv
y enfrente
de la chica
un tipo que le dicta al otro una lista de hoteles,
nombre, dirección, teléfono.
Subo a General Paz
por la curva donde la otra vez pegué un palo.
Un cabeza corre por los jardines
que hay ahí
en cueros y otro
-son las 3 de la mañanaatrás
le grita peleá,
ortiba.

Estas líneas onduladas sobre los monumentos son el signo del agua.
Vine con lo puesto,
a veces amigos
traen alguna buena para vender o comer.

Una tipa con cara de animadora infantil
que en lugar de tener colgados esos niñitos de oro planos
con el nombre de los hijos
que tienen las señoras tiene
dos colgantes muy parecidos
pero no tiene hijos ni esposo
ni compactera ni nada.
El amor unas piernas donde se ve
lo que nadie puede ver.
Las chicas a las que yo siempre les tuve mucho afecto
ahora cojen con otros.
¿Cómo hago para calmar esta rabia?
Una chica come pizza con una gorda
y estudian. El tipo es recaderón... es reputo,
dice. No entiendo, no entiendo, habla
a la velocidad del rayo.
Usa zapatillas puma.
Finjo desear las cosas
que menos me interesan.
Con Juan nos quedamos una siesta
apoyados contra un alambre
en la parte de atrás de la casa de La Rioja
e hicimos la cuenta, después,
habíamos comido
14 duraznos, 20 manzanas y uvas
de la finca de Ángel Larguía.

Durante mucho tiempo se ha creído
que el agua es un cuerpo simple.
Sandra me regaló un muñequito de Luca
haciendo fuck you y yo lo miro,
hace equilibrio en un sobre de azúcar
que dice Necochea, Buenos Aires.

La mina con cara de animadora infantil
se caga de risa cuando un tipo en el bar
viene a pedir plata, un tipo
que tiene sida.
La debilidad fortaleza.
Gente que limpia baños.
Gente que levanta ladrillos.
Gente que va
con enormes cajas de lata
a cortar uvas y tirarlas
en el acoplado de un tractor.
En un barco, una suerte
de barco nos fuimos
un sábado a pasear por el río
Hugo Sandra Laura Vicky el Vasco
Magda el Ruso el Tano Luisa Vaca
Nagy Charly Marina y yo.

El agua líquida como el tipo perfecto
del cuerpo fluido,
fluido.

La barra sentada en las barandas
naranjas que separan
a la vía de la vereda estrecha. El color,
que se pierde, es reciente, responde
a alguna etapa de algún gobierno,
la llamada primavera alfonsinista o los estertores
de la dictadura militar.
Hay como una cierta luminosidad con franjas
en donde lo que un día iba a acabar, no acaba nunca.
Hacía calor cuando salí
pero te aseguro que nadie anda en remera
ahora, por acá.
Soy de clase media,
ni los sueños más elementales pude cumplir,
culearse a una chica del Orleans
o ir una noche a Help de Copacabana.
No tengo droga, ninguna droga.
Acá no hay dentaduras perfectas, los dientes
muestran el carácter discreto de sus elementos,
las mierditas que medran
alrededor del pensamiento de los viejos.

La sed de los tejidos. La sed.
La sed de los tejidos.

Nunca sentí la mayor o menor escasez.
Tus ojitos chinos contra un cable y famosos
vagones del ferrocarril, contenedores,
en verdad, donde cabe todo,
hasta lo más deforme.
Con una especie de adolescencia íntegra, supuesta,
una chica dijo
adicto significa no dicho.
Inventaba etimologías,
como el mono que habla,
el de la televisión.
El hotel Regent
-enfrente de la EG3
donde a la noche paran los taxidonde
paran los pescados más duros
de la ciudad,
los tipos cuyas hijas
se compran botitas negras en el shopping de Salguero
y piensan con sinceridad
que toda su vida la van a dedicar al arte.
El arte: leía fanatizado una revista de poemas
y lo que más le extrañaba
que tipos aparentemente duros, fuertes
escribieran todo el tiempo cosas como
"la cara de manzana de Paquita".
El chico estaba medio débil,
era de barrio e impresionaba
por el paisaje alrededor.
Como la ciudad, una parte.
Barro en las venas.
Un lugar, un círculo
verde en el mapa de Buenos Aires
alrededor del cual hay vías, containers,
fábricas, bares, canchas de fútbol y santerías:
Chacarita. Lugares calientes,
hogares donde hubo cierto despojo,
chicas lindas en bares baratos.
Estasis: detención o estancamiento
de un líquido que circula por el cuerpo.

El agua es, efectivamente,
el origen de la vida.

Los que aluden con metáforas:
gente que rompió con el peronismo y ahora
laburos de 3 lucas
que dejen ir tirando
mientras se charla en pizzerías
de avenida Belgrano para el sur.
Mis bisabuelos, lecheros,
ferreteros, marineros.
Tiene quince y baila en las bailantas.
Una tipa con cara de Flavia Palmiero,
la dentadura pálida
y la campera de cuero
con brocados bucólicos
tipo taxi boy.
Uno con remera de Lemmy de Motorhead,
mangas cortadas,
reparte angustia reparte pan
en una bicicleta camión que heredó de su madre,
una dama inglesa.
Frases: la guerra es continua,
la belleza interna equilibra la belleza de afuera,
la representación debe salir del cuadro.
Más frases: Carolina, la puta de las tropas.
Todas las tardes mi viejo tomaba fernet con coca.
La coca es empalagosa.
Ser el pájaro Caniya, el hijo del viento.
Hablar con largos, graves "beee...".

En el mar donde se originaron
las primeras células vivas.

La chica presume de un halo poético.
Habla, taladra mi cabeza.
Mi cabeza no la soporta.
Deseo es de-sum,
lo que deja de ser, manda.
Manda fruta. Mis deseos son fuertes, fuertes.
Hay que hacer gala absoluta del principio de inocencia
porque la moral no tiene sangre, por dios:
la adicción es un problema de este tiempo.
Mandan fruta.
Qué raro: es como el sol, de noche.
Al sereno. Ningún habitante de la república,
ni ebrio ni dormido...
Chicas altas, un poco estruendosas,
cortadas con la tijera
revista dominical de Clarín.

La tinta se acaba, como todo.
La merca se acaba, la vida es fascista.
En la casa de mi abuela
en Necochea, Buenos Aires,
en el techo hay cucarachas,
no hay guardianes.
Algunas aguas huelen
a "huevos podridos".

Vive en el barrio de las ratas hawaianas.
Les dicen así por el supermercado.
El paso a nivel lo cerraron, el desvío
es por Boyacá. Una vez y otra
el mismo recorrido,
Barrancas-Pompeya-Barrancas.
Con Nagy
no nos apartamos de una cosa normal,
deforme. Accedemos así al arte.
Como nuestras madres,
Magdalena y Gloria.
Accedemos así al arte.
Hay un momento en que hay una brecha
pero esa brecha se extiende
a lo largo del tiempo y el cuerpo
se desdobla, resiste
a ser transportado en una sola dirección.

Acá no llueve nunca. Tampoco nieva,
ni graniza.

Hace 3 años
cuando dejé de trabajar en la agencia
empecé a ir todas las mañanas de verano
al paseo de la costa.

El propio suelo sigue siendo estéril o se cubre
de una vegetación vigorosa y de frutos abundantes
según que se siembren cereales cuyas raíces
al no sobrepasar la capa superficial
se marchitan en las sequías
o que se planten árboles cuyas raíces
se hunden profundamente en la tierra.
Tengo una confusión en el estómago,
hoy comí esa mierda de shot.

En un espacio reducido
se junta gente de piel naranja,
viejos de cincuenta.
Gente olvidándose una
y otra vez la marchita del mundial
78
mientras camina por la calle
en la mañana siguiente al día más frío del año.
Moreno sabe de fechas,
tiene la memoria como una rejilla.
Aparte "cojer te pone triste"
dijo una vez.
Nacés en una familia, lo que te espera no es demasiado,
un padre y una madre, a veces.
Coreano llevando un bebé,
3 señores con el codo en la barra
como si fueran grandes generales
hablan de la segunda guerra mundial.
Dejar constancia de absolutamente todos
los detalles.
Se murió mi tía, cuando pase un año
más o menos quiero ir a visitar su tumba en Chacarita.
Después murió mi tío. Eran los hermanos
de mi abuela.
Se te duermen las encías y el beso contagia,
con la otra.
Dos bolivianos con ropa de bailanta,
zapatillas New Balance o adidas, conversan.
Uno se agarra del semáforo,
todo el tiempo hablan mientras esperan el colectivo.
Una señora con 2 hijas colgadas llega y tapa
la visión de los dos bolivianos.
No soportaría otro fracaso.
Un panzón con ojotas
pedir mangos en Juan B. Justo y Gaona
hoy algo hago
tu novio
los trenes cuando eran del estado.
La fragmentación hace cagadas,
estoy contento porque acabo de inventar
la máquina que producirá otro poema.

El río corría en una llanura cubierta de laderitas
y horadaba en ellas
lentamente su lecho.

Me pelé y eso tampoco vino mal.
Vino malo, vino carlón, el tetra de antes.
Guitarra y coperío a discreción.
A los dieciséis fui a Nonogasta con Chula
y ahí tuve los orgasmos más vírgenes.
El viejo pide otra sprite.

¿Beberemos rocío?

Wálter confesó que sacaba
las fotos de Adrián de la repisa.
Almeyda, el mismo que erró el penal el año pasado.
Chicas se preocupan por su futuro y sin embargo
historias de personas que conozco
conozco bastante
pero a las que nunca saludo
nunca saludé
ocupan un lugar en mi memoria.
Esas chicas blindadas, unívocas.
Estamos en norteamérica,
pobre.
Las chicas con apellidos alemanes o judíos
inventan etimologías.
El reloj que Sandra me regaló
dejó de funcionar.
El disco viejo que le regaló
a Wálter también, está rayado, hace rato.
Uno no puede reconocer todo lo que quiere
si no se transforma en un idiota.
Un plomero,
casas con gente,
la reacción lenta del público
cuando se da cuenta de que Clapton toca Layla.
Una chica fea, tan fea
que en su cuerpo no cabe ningún deseo
salvo el deseo más hondo de una mujer.
Me acuerdo haberlo visto al Renacuajo
salir del CASI con una banda
gritando dale bulón, dale bulón
y eran los más locos de todos.
En el viaje de egresados
le mostraron un montoncito de harina
y el narigón lo más contento
empezó a pegar, soplando.

No hay dolor, no hay penetración, no hay sueño.
No cualquiera empolla un huevo.

Travestis de ojos vidriosos muy perforados
y chicas que nunca supieron cuán boludas
las considerabas.

Las mariposas y los pajaritos
apagan su sed con una gota de rocío.

Gente que pasa debajo de las escaleras
desafiando a la mala suerte.
Hubo un tiempo, vestías tan fino
ahora ya no hablás tan fuerte,
fuiste a los mejores colegios, está bien
pero tenés que acostumbrarte.
¿Cómo se siente?
No te dabas vuelta, sos invisible ahora,
no tenés secretos.
Tacos de polo expuestos
en un negocio de corbatas.
¿Ustedes en castellano tampoco usan verbos?,
pregunta mi profesora de alemán.

No hay códigos, una cagada.
Al final la única diferencia es continua,
todo sigue, no para.
Las medidas del rocío son difíciles
y raras. No beberemos agua sintética,
hay que buscar otra cosa.
Sólo queda el mar para beber.


Santiago Llach

jueves, 15 de julio de 2010

Sensación provocada por una chica tirándose por un tobogán amarillo (por Franco Del Fabbro)



Cuando tu alma esté un poco triste

y las flores de tus manos sostengan rayos

de un Sol blanco, verde, azul o bayo…

Cuando tu corazón, que de violín se viste

y se escape con unos pájaros ajenos,

ahogado en canciones lentas y de fuego,

permitile venir a jugar este juego

que no es ni tan malo ni tan bueno;

pero alcanza para historias de colores,

de ruidos musicales y de sabores,

de otros pájaros tendidos en atardeceres

muy colmados de ciertos placeres.

Dejalo que se acueste entre caracoles.

Abandonalo, él sabe lo que quiere.







Franco Del Fabbro

http://albuenvino.wordpress.com/

jueves, 1 de julio de 2010

Picado grueso - nota de la revista Ñ a tres futboleros que piensan, o a tres que piensan el fúlbo

No había arcos, pasto, hinchadas ni pelotas pero de todos modos las mesas legendarias del bar Varela Varelita de Palermo se convirtieron en el mejor ámbito para que Pablo Alabarces, Juan Sasturain y Martín Kohan hablaran de fútbol. Estos tres hinchas, que también son intelectuales, conversaron, discutieron, se rieron, se lamentaron pero también se ilusionaron con el fútbol argentino y, en definitiva, compartieron el sueño maradoniano de ganar el Mundial. Al fin y al cabo, coincidieron, la pasión y el negocio están en marcha.

¿A quién representa esta Selección?

Pablo Alabarces: A los espónsores oficiales... Hay mucho más, pero si uno se olvida del hecho de que es una mercancía, lee mal las cosas. El mayor discurso sobre la Selección lo están marcando las publicidades. Es un primer dato.

Juan Sasturain: Sí, pero creo que sigue representando las expectativas de gran parte de la población. Tiene que ver con las esperanzas, las ilusiones, las voluntades. Yo siento unas ganas muy profundas de que juguemos bien y de que nos vaya bien. Y dicho en plural porque lo siento así.

Martín Kohan: Para mí no representa estrictamente a la Argentina sino a la argentinidad. Me parece que hay que pensarlo en términos de representación de un país, de cierta mitología, de cierto imaginario de país. Me parece que lo que se pone en juego es la argentinidad: o sea, toda la maquinaria de fantasías colectivas, mitos, utopías, frustraciones...

Alabarces: Lo que dije tenía el sentido de provocación exasperada porque el fútbol hoy está instalado sobre el discurso de la pasión por todos lados, y entonces creo que los hinchas sostienen que la pasión no se compra ni se vende. Y todos los días los espónsores, el negocio demuestran que la pasión se compra, se vende, se alquila, se subalquila, etcétera.

Kohan: Se fabrica.

Alabarces: Claro y que esa contradicción esté siempre presente me parece importante. Uno se relaciona con el fútbol de una manera no racional.

Sasturain: Perdonáme, Pablo, yo no hablaría de pasión sino de sentimiento, que es un poquitito menor. No es lo mismo, creo que tiene que ver con la referencia de los sentimientos.

Alabarces: Mirá, le pasó a mi hijo mayor con el que vimos juntos la eliminación de Argentina con Suecia en el 2002; el pibe tenía 15 años, ya era un tipo grandote y lo tuve que consolar.

Sasturain: ¿Y a vos quién te consoló?

Alabarces: No, no, yo tenía que guardar la racionalidad porque era el adulto, y el que le tenía que explicar que a pesar de todo sólo es fútbol. Entonces entiendo lo de la emoción también biográficamente. La representación de la argentinidad es distinto a lo de hace cuatro años porque el retorno de Maradona permite poner otras cosas en juego y lo complica más con esa cosa peronista de Maradona en el sentido de decir nacional popular, etcétera. Creo que además, también en este Mundial en particular, aparece otra figura que también trabaja mucho sobre eso, que es Tévez. No en vano los medios lo están presentando como el jugador de la gente, del pueblo.

Sasturain: El jugador del pueblo. Carlitos tiene algo de eso. Tiene que ver con ese conjunto de construcciones imaginarias que constituye la argentinidad...

Kohan: Generan realidad porque generan estados de ánimo, reacciones.

Alabarces: Cuando se corrió Maradona de la cancha, lo que apareció fue puro tribalismo. La Selección era algo que no le importaba demasiado a nadie porque los hinchas estaban demasiado cargados sobre su afición local, su afición tribal, y la Selección había pasado a ser una extracción en la cual nadie podía creer demasiado.

Kohan: ¿Y eso no lo ves ahora?

Alabarces: Creo que respecto de 1998, 2002, 2006, que es la serie de mundiales sin Maradona, éste es su regreso y la aparición de una figura como Tévez vuelve a cargar cierto sentido de lo nacional con más facilidad.

Kohan: Yo confieso que ese mecanismo básico, que es una instancia superior, nacional, superadora, que disuelva las diferencias internas y por lo menos suspende las diferencias hacia adentro para una identificación superior, colectiva en lo celeste y blanco, y la Argentina, etcétera, a mí, con la Selección, no me funciona. Eso a mí me queda completamente supeditado a Boca, de una manera sumamente extraña porque a mí el fútbol me encanta y le dedico un tiempo que le dedico a pocas cosas. En cierto sentido yo confieso que para mí el fútbol queda suspendido hasta agosto.

En esta charla sobre fútbol todavía no surgió el nombre de Messi...

Sasturain: No.

¿Por qué?

Alabarces: La explicación de Messi es puramente futbolística. En Messi no está esa capacidad simbólica que tuvo Maradona, que puede tener Tévez.

Sasturain: Muy raro lo de Messi, esa maravilla de jugador es muy raro, no es un jugador argentino.

Kohan: No funciona como tal.

Sasturain: Nunca ha jugado acá. A mí me encanta, me parece que es un crack. Pero no es un jugador argentino...

Kohan: Hay un dato objetivo definitorio. El tenía un problema orgánico de crecimiento y requería un tratamiento que acá no le daban.

Sasturain: Lo hubieran discriminado, diciendo ese petiso.

Alabarces: Exactamente.

Kohan: El tratamiento para el crecimiento es algo que toca un mito argentino, sobre todo en la zona del litoral, que es que en este suelo fértil todo lo crece y Messi no crecía...

Alabarces: Exactamente, el mito argentino. Roberto Da Matta, antropólogo brasileño, decía "uno miraba la foto de los jugadores argentinos en los 40 y decía están llenos de proteínas".

Kohan: Claro, la idea de que en este suelo echás algo y crece. En Barcelona lo adoran, pero al mismo tiempo no dejan de marcar que no se le pegó el más mínimo acento y eso que fue allá de chico. Para el fútbol y para la manera en que nosotros podemos activar un tipo de adhesión, no tenemos donde ponerlo, efectivamente.

Sasturain: Pareciera que tiene muchas ganas de empatar su performance.

Alabarces: Ya ganó todo lo que podía ganar, pero la Copa del mundo es la Copa del mundo. Uno no se inscribe en la historia sin una Copa del mundo, la única excepción es Di Stéfano.

Sasturain: No es absolutamente novedoso, pero el que ha llegado ahora es Rooney (Inglaterra). Cómo me gusta. Qué jugador.

Alabarces: Ese es argentino. Petiso, cabezón y patotero.

¿Y Bilardo de qué juega?

Sasturain: Está su espíritu y ese es el aspecto al cual más le temo.

Alabarces: Hay poco, no voy a decir ojalá hubiera más bilardismo, pero por lo menos para ir mejor en defensa. Creo que Maradona de Bilardo saca algo de retórica, nada más.

Kohan: Y, además, la retórica de Bilardo es intransferible porque tenés que tener esa dificultad psíquica que él tiene con el lenguaje, si no tenés eso no lo podés reproducir. Me parece que funciona como tótem, o sea, es una especie de emblema quieto, a contemplar, suscita, en el entorno, una mezcla rara de temor, respeto, veneración y distancia.

Sasturain: Para mí fue muy revelador el festejo de las eliminatorias, esa paranoia... El incentivar la paranoia, inventarse un enemigo, que evidentemente hizo, potenciarlo, toda esa cosa de construcción paranoica...

Kohan: Esa noche de la clasificación en el estadio Centenario Bilardo tiene como un desfasaje de temporalidad. Estaba saldando cuentas con Zubeldía, del año 86. Tiene capas de temporalidad muy raras, no sabés exactamente en qué frecuencia temporal estaba reaccionando: si con Clarín deportivo del 84, del 85, del 86, si con su enfrentamiento con Bernao de Independiente...

Alabarces: Al mismo tiempo, él es un anacronismo en el sentido de que el último buen equipo de Bilardo jugó en junio de 1986.

Kohan: Sí, pero habría que escucharlo más ya que está puesto ahí. Algo hace que él no se vaya pero en el abrazo con Maradona, yo lo veo más a él abalanzándose sobre Maradona que éste tomándolo a Bilardo como referente. Y me parece que tocó la fibra emotiva paranoica de "todos contra nosotros". Pero la idea de Bilardo, como un tipo a consultar o a tener en cuenta futbolísticamente me parece que no está funcionando.

Alabarces: No, claro. Para mí la disputa menotismo/bilardismo siempre fue ridícula. Es después cuando aparecen cosas mucho más interesantes. Bielsa es una gran renovación. A favor de Bielsa veo que su esquema táctico no es fijo sino que se basa en el criterio de que tenés que crear la circunstancia para que el maradonista explote en el lugar adecuado y no que te recorra toda la cancha gambeteando. No es que el jugador está al servicio de la estructura sino que la estructura está puesta para que el jugador explote en menos espacio y eso, además, siempre es ir adelante, atacar y presionar, esto de que la defensa empieza en el área del otro. Cuando te "muerden" 10 tipos en la salida me parece maravilloso.

Kohan: Son cinco goles de contra sistemáticamente. Para mí esa es la hazaña táctica de Bielsa: hace algo que en algún punto está mal hecho: cualquier rechazo del fondo que caiga dentro de la cancha es un contraataque de gol y sin embargo a Bielsa no le pasaba.

Alabarces: Bueno, yo en ese sentido creo que Maradona es el técnico perfecto para esta etapa, no en el sentido de lo que necesita la Argentina como táctica para aprovechar a Messi. No, las pelotas. Es el técnico perfecto para esta etapa de "muchachito aguantador" del fútbol argentino, ¿no? Es tribunero, aguantador, machista, el desborde de "la tienen adentro" es un buen síntoma de eso, es el "vamos muchachos, pongan huevos..." perfecto para esa etapa.

¿Y por qué lo lleva a Palermo?

Kohan: La grandeza de Palermo en gran medida radica en que le pega con el tobillo, la manda a la tribuna y a mí no me afecta.

Alabarces: Y sí, es uno de los milagros más increíbles del fútbol argentino de los últimos 20 años.

Sasturain: Totalmente, y eso que hoy es el 30% de lo que ha sido Martín. Esa es la carta que Diego se guarda para salvarse. No hay ninguna otra razón para que Martín esté.

Alabarces: Coincidirán conmigo que hay más razones para que esté Garcés que para que esté Palermo, mirá lo que te estoy diciendo.

Kohan: ¿Por qué todo tiene algo de El sueño de los héroes de Bioy, donde hay que vivir la misma noche exactamente otra vez? Tantas cosas se repitieron del 86, la camioneta parecida... y lo lleva a Garcés para que parezca Garré...

Alabarces: Maradona fue lo que fue porque lo fue futbolísticamente y también, de manera mucho más amplia simbólica y culturalmente. Y lo fue en determinado contexto y eso es absolutamente irrepetible. La idea del heredero de Maradona no es soportable ni futbolística ni culturalmente, no lo puede haber, no puede haberlo de ninguna manera. No lo es Messi ni Tévez tampoco.

¿Todavía existe aquello llamado fútbol argentino?

Kohan: Sí, sí.

Alabarces: El fútbol argentino es una combinación de factores que son menos esencialistas que lo que cierto menotismo señala, creo que es una combinación de tradiciones bosteras, racinguistas, de Independiente, de River, de San Lorenzo, y de los equipos chicos y las tradiciones de los equipos chacareros, todo es una buena mezcla de todo eso, y esa mezcla es, creo, un fútbol ofensivo.

Sasturain: El peso de las decisiones individuales ha sido muy importante en nuestra manera de concebir el fútbol. Si el fútbol argentino es lo que se juega hoy en Argentina entonces es muy feo. Pero bueno, el fútbol argentino está diseminado, encarnado en personas, y esas personas, por lo menos los mil que juegan mejor, no están acá. Ese fútbol argentino está diseminado, en evolución o en disgregación. Las condiciones que hacían a la posibilidad de reproducirse también se han desdibujado. Al no haber, al no estar, entonces las divisiones inferiores entonces los clubes no funcionan con modelos determinados. Eso alguna vez existió, en los años 40, 50 y así nació una escuela que como no estaba contaminada, se desarrolló. Pero el perfil se ha ido desdibujando. Los argentinos han tomado otra característica, que es la del jugador con una gran capacidad de adaptación, un individualista poderoso porque es más peleador, tiene más huevos, está acostumbrado a que lo caguen a patadas, sabe gambetear, es decir, ha desarrollado, como carácter de jugador argentino, eso que dicen en Europa: que los argentinos tienen capacidad de adaptación, que juegan en cualquier lado.

Kohan: Esto tiene que ver con la necesidad de encontrar algo propio cuando en realidad se trata de una cultura de importación y de mezcla desde la constitución de esta nación. Entonces en un punto el fútbol implementa, adopta o incorpora desde hace muchísimos años algo, que hay que pensar que es exógeno y que distorsiona una esencia propia.

Alabarces: Es medio un romanticismo comercial...

Kohan: Pero de todos modos creo que puede haber marcas. Hay un tipo de gambeta, hay una relación entre el amague y la gambeta propios. Uno puede reconocer cierta manera de gambetear, de amagar y de desplazamiento de la pelota "en pie"; se distingue el toque en corto. Esa manera de gambetear uno no la ve en el fútbol europeo. Y todo eso genera una forma de tradición ofensiva. Y argentina.

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