jueves, 14 de enero de 2010

Dos poemitas de Arnaldo Calveyra

Paisajes para la caída de Ícaro

Un lomo de humo
de pampa;
una lezna rota;
un rincón de aguaspodridas.
Un zaguán que mira al charco;
ese charco; Shakespeare
que no se distrajo nunca;
una boca abierta
en homenaje al llanto.
Un muro podrido
de palabras;
un baldío y cadáveres;
púas en el vilo
del hilo
de cometa.
En el pueblo
nos quedamos
hasta tardeaguzando el oído.

.........................................................


A un aljibe visto en el campo

Las lluvias lo trajeron de no se sabe dónde
,y el pastizal lo mece ahora
entre los fierros
de la herradura para siempre suave.
Si se lo mira a lo hondo
es un patio lo que irradia,
pero es el agua
lo que le allega tiempo.
Se lo robó una lluvia
una mañana de tormenta,
pero no está cautivo,
puede mirarlo todo,
las víboras lo cuidan.

3 comentarios:

Anónimo 20 de enero de 2010, 11:47  

Che muy bueno lo de Arnaldo.
hay más?

Dejo un poema apócrifo:

Un lomo de burro
de lata;
Una lanza botas;
un sifón de soda purificada.
Un Don Juan que flota en un saco;
ese saco; Chaplín
que siempre gustó;
una oca varada
entre cebollas y ancos.
Un mundo virgen
de música;
Un edificio de hombres;
cables entre los árboles
del rayo
de sol.
En la ciudad
nos vamos yendo
hasta perder los sonidos.


AAVV

Sanchestelman 20 de enero de 2010, 12:35  

lindo poema!!
lastima la reticencia nombristica.
hay que dar la cara nomas !que`podría pasar!?

Anónimo 20 de enero de 2010, 13:08  

digamos que ese apócrifo no puede ser más que una ocurencia pasajera de El Apóstata. Saludos desde la nada misma. Un abrazo,

EA

  © Revista gRaFo [2009] powered by Ourblogtemplates.com

Back to TOP