miércoles, 25 de marzo de 2009

Renacer mil veces

No te cansas de la codicia. El poder trasunta en tu hígado y vomitas bilis de pura eternidad. Como simios acalorados bajo tu brazo, rendimos cultos a la malicia de tu abandono.
En siete días deparaste la cruel verdad de conocer el camino que jamás recorrerás, y que un montón de diablos desterrados sabrán más que él, más que yo, más que ti.
Brindo por eso, brindo por eso, brindo por eso.

martes, 24 de marzo de 2009

LANZAMIENTO DE gRaFo



Revista gRaFo se presenta en sociedad


y con amigos.


Música, zapadas, poesía, pintura, fotografía...


Muestra de arte y arte en situación…


Sábado 28 | Desde las 20hs. en Visual | Balcarce 143

lunes, 23 de marzo de 2009

El ángel bueno


Vino el que yo quería,
el que yo llamaba.

No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas,
luna sin patria,
nieves.
Nieves de esas caidas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.

No aquel que a sus cabellos,
ató la muerte.

El que yo quería.

Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.

Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.

Para, sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.


Rafael Alberti
[del libro "Sobre los ángeles"]

sábado, 21 de marzo de 2009

Buen día, día



DALE PLAY PARA ESCUCHAR A MIGUEL ABUELO
[grabación casera, 1981]


Miguel Abuelo - Buen Dia Dia ( Grabaciones Caseras - 1981 ).mp3 -

Buen día, día. Día, buen día.
Buen día, perro, mujer buen día.
Árbol buen día, señor buen día.
Buen día, hijo, hermano buen día.
Buen día, día. Día, buen día.
Soy todos tus olvidos
y de todos tus olvidos
aparece mi alimento.

Aquí tu libertad,
aquí tu intención
apelmazada de ser pájaro.
Aquí la piedra de tu risa.
Aquí... mi boca arriba y gritando
Buen día, a todo lo que pasa.
Yo soy el que da nota de tu paso olvidado.
Aquel que te camina,
descalzo entre tus pasos.
Nada sé, no. Nada sé...

Buen día, día. Día, buen día.
Buen día, sol, soles buen día.
Tontos buen día, señora buen día.
Buen día, aire, luna buen día.
Aquí tu libertad,
aquí tu intención apelmazada de ser pájaro.
Aquí la piedra de tu risa,
aquí mi boca arriba gritando: Buen día,
a todo lo que pasa.

Juntos cavaremos hasta la superficie de mi tierra.
Tu dolor es amor transformándose en mundo
y una caja es mi cuerpo donde el dolor no cesa.
Adentro mío;
Escarba hoy en tu mano tratando de
ubicarte en la cima.
Embelezate ahora que estás vivo.
Este mundo era ya una loquería.
Vamos...adelante.
Llevarás todo junto,
llanura y vegetal entrelazado.
Agua sobre fuego y fuego bajo tierra.
Sé bien que tus coros se pondrán
contentos.

Vamos...adelante.
Que suba lo que crece.
Lo que se fue se vaya.
Aquí voy yo.
El que río y río
bajo y sobre las vertientes.
Aqui voy yo,
el que tentó al amigo.
Oíd, oíd, que hermoso ría que suena en tí
llamando, humano, humano, humano...

El pensamiento corre,
el cuerpo baila.
Los ojos iluminan.
La voz llega y escapa.
Por qué trastocar la lozanía
que hay en tu alma?
Ah! La estridente coraza.
Oh! La enfrascadora jornada.
Brindo contigo, Holderlïn.
Por lo gratis, al bendición etérea.
Y oíganse las manos serviciales.
Las tareas del amor,
creativo y fraternal.

Buen día, remanso, tempestad buen día.
Buen día, ruta, muerte buen día.
Buen día, día.
Ey! Y si hubieras contraído
compromiso con la muerte?
Y si hubieras muerto acaso?
Peleando o creyendo.
O intentando escaleras para atrapar las
espaldas del cielo?
Hubieras llevado gloria hacia allá
(hacia desde dónde ya no se vuelve)
Pero también, hubieras dejado fábula,
utopía y polvo
entre mis cófrades mortales.

Pobre eres si no llevas repletas las arcas
de tu corazón.
Idiota perdido aquel que no se reconozca en un
odio insensato.
Qué imbécil no verá su pasión más
desjuiciada.
Y qué clase de rico será
quien no lleve todo junto y en un solo puño
la psiquis y el latido de su pueblo.

Buen día, dia. Día buen día.
Buen día estrella, humildes buen día.
Buen día cerca, lejos buen día.
Buen día, buenos locos buen día.
Buen día, mañana. Traición buen día.
Del ultimo sueño vengo,
del ultimo sueño soñado.
Han caído cortezas de mí.
Imperios han venido y desaparecido.
He comido el pan de la locura.
He sido cuerpos de otros cuerpos
y me he despertado en fiestas y caídas.

He sido celoso como mi ángel guardián
y paciente como las arañas.
Tanto he dormido en el azul barro del
invierno como he vuelto desde la blanca luz
de los ciegos del mundo desierto
entre cactus, reptiles y minerales.
Buen día, dia. Día, buen día.
Mi joven realidad ya no se busca
en los reflejos de un espejo astillado.
No quiero ser un barco anclado
sobre un río tormentoso.

¡He venido a mover y darle
marcha a la fanfarria!
me fecunda la música que tonifica
y cura.
Los poetas me acusan de deber ser
valiente.
Las artes para siempre,
las musas sin cadenas.
Huelo, como vino, juego.
Me recuesto cara al cielo.
y mi reposo goza en la paz de cada orígen.

Buen día, día.
Adiós barcos anclados sobre torrentosas aguas.
Adiós espejos astillados.
No nosotros, regocijo del rocío
sobre narices espléndidas.
No, no, no,
no nosotros
elásticos celebradores de deseos.
Buen día, día.
Buen día, futuro venturoso.
Buen día, día.

viernes, 20 de marzo de 2009

Tres poemitas negros



mendiga voz

Y aún me atrevo a amar
el sonido de la voz en una hora muerta,
el color del tiempo en un muro abandonado.

En mi mirada lo he perdido todo.
Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay


Alejandra Pizarnik


El vino

Cataratas oscuras que llaméan, y después
una arboleda negra, manchada
de luces altas. Voy caminando
lento, entre la sombra comida
de las hojas, lleno de vino,
la fosfórica
fluctuación en mi mente, y los vapores
de recuerdos patéticos golpeando
súbitos, llamando, de amplios días
borrosos, núcleos rápidos. Chispas
del fuego del vino. Y más allá
de los árboles, una calle plagada
de rumores que brilla:
corrupción por la luz


Juan José Saer


Las puertas

Absorto tedio abierto
ante la fosanoche inululada
que en seca grieta abierta subsonríe su más agrís
recato
abierto insisto insomne a tantas muertesones de
inciensosón revuelo
hacía un destiempo inmovil de tan ya amargas
manos
abierto el eco cruento por costumbre de pulso no
mal digo
pero mero nimio glóbulo abierto ante lo extraño
que en voraz queda herrumbre circunroe las
parietales costas
abiertas al murmurio del masombra
mientras se abren las puertas


Oliverio Girondo



Aumenta la criminalidad infantil en los Estados Unidos



(según informa la prensa)

Una moneda cae cara o cruz
como la cruz cae Cristo o los ladrones,
como la cara cae gracia o sombra
como la luna cae estatua o perro,
y al pie de ese deslinde
vela la Gran Costumbre.

La Gran Costumbre con capucha de avestruz
vela al pie del deslinde
para que una moneda caiga siempre cara
y toda cara siempre sombra caiga,
para que toda cruz sea Cristo,
para que el pie no salga de su huella vela la Gran Costumbre,
vela con largos dientes colgando sobre el labio cuneiforme,
baskerville, elzevir: el Código, ese nombre del hombre vuelto Historia.

-Salud, maravillosos niños norteamericanos
llamados a lavar la lepra hereditaria,
irrumpiendo en la sala cuando el padre y la madre miraban la TV
con una sana, perfecta puñalada, con un fierrazo en las cabezas
donde Kolynos o Goodyear vaciaban sus gusanos de manteca podrida
Saludo a Mervyn Rose, a Sandy Lee, a Roy McCall, a Dick pecoso y sucio,
y a Lana Turner junior, capaz de hacer lo que no hará la silla eléctrica.
Salud jóvenes héroes, asesinos de un tiempo proxeneta.

Legítima defensa, muchachito, están tratando de violarte, te acorralan
con un bozal de enciclopedias, promoción y De Soto
con el dentífrico perfecto, el telegrama en fórmula de lujo,
con discos de Sinatra o del Cuarteto Húngaro
ve, gánales de mano,
no te vendo palabras, mátalos de verdad para que vivan,
quiero decir: arráncalos de cuajo,
haz pedazos la rueda de las ruedas, destruye a escupitajos una historia
que masturba sus monos al ritmo de las máquinas de Time
que entroniza princesas de ruleta católica,
que engendra putas para despreciarlas desde el lecho legítimo
con un desprecio que no irá jamás a un
almirante o a un obispo.
Oh niños asesinos, oh salvajes antorchas
fulminando a las tías comedoras de estampas y pantallas floreadas,
a los abuelos con medallas de honor en la entrepierna,
a los papás que pontifican experiencia,
a las mamás que cosen los botones con aire de martirio.
Una lata de nafta, un fósforo y se acaba:
la hoguera es una rosa
la noche de San Juan empieza, hosanna!

Mientras se viva así, en la Gran Costumbre,
mientras la historia siga su cópula gomosa con la Historia,
mientras el tiempo sea hijo del Tiempo
y preservemos las podridas efemérides
y los podridos héroes de desfile,
las caras serán sombra,
las cruces serán cristo,
y la luz el amargo kilowatio, y el amor
revancha y no leopardo.

(Algunos, pocos, viven desacostumbrándose.
los matan a montones, pero siempre
hay alguno que escapa,
que espera a la salida de la escuela
para alentar al colegial de ojos de hielo
y regalarle un cortaplumas.)


Julio Cortázar

[Este texto pertenece al libro La vuelta al día en ochenta mundos, 1967]

miércoles, 18 de marzo de 2009

LEYES TÓXICAS



LA PRIMERA LEY PARA LA ANGUSTIA TÓXICA, DICE QUE SI NO PODÉS ADMITIR LA REALIDAD LEGAL, POR LO MENOS DEBES INTENTAR MONTARTE UN SUEÑO DECENTE.


El diputado cruza la línea de la cordura legal y apasiona a la prensa un par de semanas. Un tipo mentolado de saco espigado. Se llama como se llama (no importa).


El diputado piensa que ciertas cosas sólo suceden en el cine. Nada como un buen crimen en el Hotel Luxor para darle realce a su vanidad. Tarde o temprano la película termina.

LA DROGA SIEMPRE ES LA DROGA; SON LAS PERSONAS LAS QUE VARÍAN ENTRE SÍ. ESTA SEGUNDA LEY SE PROCLAMA EN UNA CANCIÓN SANGUINARIA.


El diputado elige unos bellos palmitos. Las piernas más bonitas del mundo. Las más lindas que ha visto. La contemplación de la belleza le lleva a la calma. Pero la belleza no abunda ni dura. La tipa es una modelo bastante vulgar. Sonríe desde la tapa de una caja de alimentos para perros y se rompe el corazón con el "crucero del amor" mientras traga unas pocas moneditas. Aceptaría dinero del propio diablo. Esta vez la víctima no adopta la máscara de la virtud. Sólo se pregunta: ¿cómo actúan las tipas felices? ¿cómo se comportan?


Tipas felices, personas blandas y paredes blancas. Blancas como la leche, como las rayas finas. Sucias como la leche sucia. Drogas duras como la violenta lasciva y el puto amor que da tanto miedo. Nariz dilatada y labios entreabiertos, implorando no estallar cuando se cruzan los pensamientos cargados de espectros que se rebelan.

DETERMINADAS ALTERACIONES QUÍMICAS QUE SE DAN EN EL CEREBRO, ESTIMULAN CIERTAS REACCIONES QUE SE VINCULAN CON LA SUPERVIVENCIA DEL INDIVIDUO.


La cocaína del diputado le estimula las zonas cerebrales más poderosas, las más vigorizantes. Con la bragueta hinchada por la excitación, conduce el taladro, una y otra vez, hacia los muslos de su preferida. La martiriza. Empuja con la mecha ensangrentada unos ojos desorbitados de cordero de frigorífico. Atraviesa toda resistencia y comienza a hurgar íntimamente con la herramienta ¡¿No se puede ir más adentro?!, se pregunta. Cambia por una hoja curva y comienza a pelar a la modelo con suaves movimientos. Ahora, la piba, es una formidable masa de carne roja que se bambolea sobre un sillón. Está horrible. Con su estúpida sonrisa frotada por el aplicado esmeril del diputado, entrega con brusquedad sus regiones más blandas (¡qué el cielo le ampare!). Los huesos parecen de cera.


Después de una hora de batalla, el diputado yace jadeante. La muchacha está dispersa y en total exhibición. Cubierta aquí y allá por pequeñas cascadas de semen. Todavía exuda. Todavía algunos de sus líquidos se mueven. Nuestro matador abandona. De su boca brota un diluvio de vómitos que cubre los rostros, emulsiona con la sangre y termina anegando todo.


Ahora, el pobrecito duerme mordisqueando un dedo y sueña que está totalmente adentro de una de las chicas del Hotel Luxor que le ama locamente.

(PARA LAS CHICAS DEL HOTEL LUXOR, QUE TIENEN EL CULO DULCE COMO LA MIEL).-


Carlos "Indio" Solari
[Escritos]

lunes, 16 de marzo de 2009

Invitación al vómito



Cúbrete el rostro

y llora.

Vomita.


¡Sí!

Vomita,

largos trozos de vidrio,

amargos alfileres,

turbios gritos de espanto,

vocablos carcomidos;

sobre este purulento desborde de inocencia,

ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,

y esta castrada y fétida sumisión cultivada

en flatulentos caldos de terror y ayuno.


Cúbrete el rostro

y llora...

pero no te contengas.

Vomita.


¡Sí!

Vomita,

ante esta paranoica estupidez macabra,

sobre este delirante cretinismo estentóreo

y esta senil orgía de egoísmo prostático:

lacios coágulos de asco,

macerada impotencia,

rancios jugos de hastío,

trozos de amarga espera...

horas entrecortadas por relinchos de angustia.




Oliverio Girondo

[en Persuasión de los días, 1942]

domingo, 15 de marzo de 2009

Canción de cuna que no ha agradado a nadie

Dibujo Walter Pena
[especial para gRaFo]




Van a cantar
por el nacer
de varón, de mujer;
van a cantar,
van a nacer.

Empiezan a cantar
empiezan a nacer
el varón, la mujer;
la voces del cantar,
las voces del nacer,
de varón, de mujer,
empiezan a cantar,
empiezan a nacer.

Van a cantar
el varón, la mujer,
van a cantar
por el nacer;
las cosas del nacer
van a cantar
por el varón, por la mujer,
van a cantar por el nacer.

Van a cantar:
la noche va a nacer.
Empiezan a cantar
el varón, la mujer,
la noche va a nacer.

Van a cantar
por el nacer
la noche del varón y la mujer.
Empiezan a cantar,
empiezan a nacer.

Van a cantar
por el nacer
el varón, la mujer.
Empiezan a cantar
amanecer...

viernes, 13 de marzo de 2009

La historia viene de lejos


El primero que lo dijo no fue Diógenes el cínico sino el cíclope Polifemo.
Interrogado por Ulises sobre las razones de su misoginia, Polifemo pronunció el famoso discurso:
"Tener relaciones sexuales con una prostituta cuesta dinero y puede costarte la salud. Tenerlas con una virgen te hace correr el riesgo de que los padres te obliguen a casarte. Amar a tu propia mujer es aburrido. A la ajena, peligroso. A un hombre, repugnante. Yo me libro de todos esos inconvenientes gracias a mi mano derecha".
Y añadió: "Te aclaro, por las dudas, que mi mano derecha no practica el adulterio".
Ulises bromeó: "¿Y tu mano izquierda?".
Polifemo bajó la voz: "No lo repitas, pero soy bígamo".
Las carcajadas del risueño Ulises interrumpieron la siesta de los dioses.


Marco Denevi
[Este texto pertenece a El jardín de las delicias (mitos eróticos), 1992]

jueves, 12 de marzo de 2009

Durar

A Mara


Tiemblan en las

monotonías del atardecer

el pájaro que canta y la oveja que bala.

¿A dónde fue a parar la muerte

y la memoria que dice muerte

con rodillas de humo?

Tu aire es el sol que tengo

y escribe ayer en hoy.

El viaje es de hagamos

cielos que duren.



Juan Gelman

martes, 10 de marzo de 2009

El cerebro del Agente de Policia

Por Alfred Jarry

Sin duda se recordará este reciente y lamentable asunto: al ser practicada la autopsia, se halló la caja craneana de un agente de policía vacía de todo rastro de cerebro y rellena, en cambio, de diarios viejos. La opinión pública se conmovió y asombró por lo que fue calificado de macabra mistificación. Estamos también dolorosamente conmovidos, pero de ninguna manera asombrados. No vemos por qué se esperaba descubrir otra cosa que la que se ha descubierto efectivamente en el cráneo del agente de policía. La difusión de las noticias impresas es una de las glorias de este siglo de progreso; en todo caso, no queda duda de que esta mercadería es menos rara que la sustancia cerebral. ¿A quién de nosotros no le ha ocurrido infinitamente más a menudo tener en las manos un diario, viejo o del día, antes que una parcela, aunque fuera pequeña, de cerebro de agente de policía? Con mayor razón, sería ocioso exigir de esas oscuras y mal remuneradas víctimas del deber que, ante el primer requerimiento, puedan presentar un cerebro entero. Y, por otra parte, el hecho está allí: eran diarios. El resultado de esta autopsia no dejará de provocar un saludable terror en el ánimo de los malhechores. De aquí en más, ¿cuál será el atracador o el bandido que vaya a arriesgarse a hacerse saltar la tapa de su propio cerebro por un adversario que, por su parte, se expone a un daño tan anodino como el que puede producir una aguja de ropavejero en un tacho de basuras? Quizás, a algunos demasiado escrupulosos pueda parecerles en cierta manera desleal recurrir a semejantes subterfugios para defender a la sociedad. Pero deberán reflexionar que tan noble función no conoce subterfugios. Sería un deplorable abuso acusar a la Prefectura de Policía. No negamos a esta administración el derecho de proveer de papel a sus agentes. Sabemos que nuestros padres marcharon contra el enemigo calzados con borceguíes también de papel y no ha de ser eso lo que nos impida clamar indomable y eternamente, si es necesario, por la Revancha. Pretendemos solamente examinar cuáles eran los diarios de que estaba confeccionado el cerebro del agente de policía. Aquí se entristecen el moralista y hombre culto. ¡Ah!, eran La Gaudriole*, el último número de Fin de Siécle** y una cantidad de publicaciones algo más que frívolas algunas de ellas traídas dé Bélgica de contrabando. He ahí algo que aclara ciertos actos de la policía, hasta hoy inexplicables, especialmente los que causaron la muerte de héroe de este asunto. Nuestro hombre quiso, si recordamos bien, detener por exceso de velocidad al conductor de un coche que se hallaba estacionado, y el cochero, queriendo corregir su infracción, sólo atinó, lógicamente, a hacer retroceder su coche. De allí la peligrosa caída del agente, que se hallaba detrás. No obstante, recobró sus fuerzas, luego de unos días de reposo, pero, al ser intimado a recobrar de inmediato su puesto de servicio, murió repentinamente. La responsabilidad de tales hechos atañe indudablemente a la negligencia de la administración policial, que en adelante controle mejor la composición de los lóbulos cerebrales de sus agentes, que la verifique, si es necesario, por trepanación, previa a todo nombramiento definitivo; que la pericia médico-legal sólo encuentre en sus cráneos... No digamos una colección de La Revue Blanche y de Le Cri de Paris, lo cual sería prematuro en una primera reforma; tampoco nuestras obras completas: a ello se opone nuestra natural modestia, tanto más que esos agentes, encargados de velar por el reposo de los ciudadanos, constituirían más bien un peligro público con la cabeza así rellenada. He aquí algunas de las obras recomendables en nuestra opinión para el uso; 1) El Código Penal, 2) Un plano de las calles de París, con la nomenclatura de los distritos, el cual coronaría el conjunto y representaría agradablemente, con su división geográfica, un simulacro de circunvoluciones cerebrales: se lo consultaría sin peligro para su portador por medio de una lupa, fijada luego de la trepanación; 3) un reducido número de tomos del gran diccionario de Policía, si nos arriesgamos a prejuzgar por su nombre: La-rousse***; 4) y sobre todo, una rigurosa selección de opúsculos de los miembros más notorios de la Liga contra el abuso de tabaco.


* Creemos que era una publicación francesa similar a la revista EL HOGAR.
** Revista parisina muy parecida a la originaria CARAS y CARETAS.

*** “La poli” en lenguaje parisino cotidiano.

[Versión gRaFo]

Los beneficios de la luna

por Charles Baudelaire


La luna, que es el capricho mismo, miró por la ventana mientras dormías en la cuna, y se dijo: “Me gusta esa niña”.
Entonces descendió suavemente por su escalera de nubes y pasó, sin hacer ruido, a través del vidrio. Luego, con la dulce ternura de una madre se inclinó sobre ti y con sus colores iluminó tu rostro. De ahí en adelante que tus ojos fueran verdes y tus mejillas extraordinariamente pálidas. Por haber contemplado a la luna; tienes esos ojos tan extrañamente grandes; y porque ella te apretó el cuello con tanta ternura, te quedaron para siempre las ganas de llorar.
Al mismo tiempo, cuando la luna expresó su alegría, llenó toda tu habitación de una atmósfera fosforescente, de un veneno luminoso, y toda esa luz viviente pensaba y decía: “Estarás eternamente influenciada por mi beso. Serás hermosa a mi manera. Amarás lo que yo amo y lo que me ama: el agua, las nubes, el silencio, y la noche, el mar verde e inmenso, el agua informe y multiforme, el lugar donde no estés, el amante que no conocerás, las flores monstruosas, los perfumes que hacen delirar, los gatos que se quedan extasiados sobre un piano y que gimen como las mujeres con una voz ronca y dulce.
Y serás amada por quienes me aman, acompañada por quienes me acompañan. Serás la reina de los hombres de ojos verdes, a quienes también estreché el cuello con mis caricias nocturnas; la reina de los que aman el mar, el mar inmenso, tumultuoso y verde, el agua informe y multiforme, el lugar donde no están, la mujer a quien no conocen, las flores siniestras que parecen incensarios de una religión desconocida, los perfumes que perturban la voluntad, y los animales salvajes y voluptuosos que son emblema de su locura”.
Y por todo eso, maldita y querida niña mimada, ahora, estoy tendido a tus pies, buscando en toda tu persona el reflejo de la diosa terrible, de la madrina fatídica, de la nodriza envenenadora de todos los lunáticos.

[versión gRaFo]

  © Revista gRaFo [2009] powered by Ourblogtemplates.com

Back to TOP