Renacer mil veces
No te cansas de la codicia. El poder trasunta en tu hígado y vomitas bilis de pura eternidad. Como simios acalorados bajo tu brazo, rendimos cultos a la malicia de tu abandono.
En siete días deparaste la cruel verdad de conocer el camino que jamás recorrerás, y que un montón de diablos desterrados sabrán más que él, más que yo, más que ti.
Brindo por eso, brindo por eso, brindo por eso.
1 comentarios:
"Queremos ser los poetas de nuestra propia vida y, primero, en las cosas más pequeñas" [Nietzsche]
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